Asómate a la luna llena

Asómate a la luna llena

que desde su esbelta desnudez teje poemas con suspiros,

y dile que estoy escondido

jugando con las sombras de esta primavera de abril.

 

Dile que no me espere mañana tras la torre del campanario

ni que me busque de madrugada por las costuras de los recuerdos,

que su curva femenina no provoque más el punto débil de mi alma.

 

Dile a la luna que me rindo

porque estoy hirviendo en el luto de la nostalgia

y sorbo mis propios ahíncos para evocar perfumes de silencio

que se mecen lentamente,

lentamente, en el agua,

 

pero llévale un guiño que extraje del bolsillo secreto de mi infancia

y unos versos rotos colocados con mucho mimo, con tan solo palabras.

 

Dile que me marcho sin miedo por el zaguán de los deseos

a pintar atardeceres

como un vagabundo sin cuento

y que esta noche buscaré mi cordura

por las esquinas del tiempo que ya viví

que después de muchas lunas

y senderos recorridos,

dile

que yo sigo embriagado de ti.

 

Antonio Marazuela

 

A veces…

 

A veces, lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Cuando mis pupilas bailan con el ritmo de un vals

y mis huellas escriben pasos más parecidos a un tango.

A veces la mente es frontera para seguir amando.

Cuando de noche despierto y de día ando como sonámbulo.

No alcanzo a expresar ni a explicar,

cómo aún detenido algo me empuja a seguir caminando

y no entiendo, me rindo, cedo y ya no batallo.

 

Porque a veces lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Apuro los sorbos que le quedan a la noche

porque la luz tímidamente las sombras va despertando.

Giro en el vacío para descolgar mis pies en el columpio del Universo

y me muevo una vez más hacia delante y hacia atrás

balanceando el destino con los ojos cerrados.

 

Doblo la esquina de un sueño y le hago un quiebro al desencanto

pero no consigo razonar porqué el deseo es más fuerte

cuando de un pensamiento viene atado

porqué no logro sujetar con las riendas de la cordura

un corazón desbocado.

 

Y me digo a mi mismo…será porque a veces

lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Antonio Marazuela