El cuerpo no sabe mentir

EL CUERPO NO SABE MENTIR:
Los griegos llamaron autarquía a la capacidad de gobernarse a sí mismos. Epícteto decía. “¿Puede obligarte alguien a desear lo que no quieres o a no pensar lo que se te antoje?
Nos enseñaron a leer, a escribir, a sumar y restar. Nos enseñaron una lengua, un idioma, geografía, historia, matemáticas y miles de conocimientos más para ser productivos. Pero no nos enseñaron a pensar, a gestionar las emociones, a tomar decisiones o a conocer y cuidar nuestro propio cuerpo. No nos enseñaron que el cuerpo no sabe mentir y que es el portador de todos nuestros pensamientos, nuestra historia, el portador de nuestras emociones y conductas. Así, aprendimos que lo mental va por un lado distinto de lo emocional y conductual y con ello creamos disciplinas científicas que se ocupan de esos aspectos por separado; se trataban los síntomas como elementos aislados con fronteras muy definidas y sin relación con el resto de los sistemas. Quizás esa desintegración en los sistemas del ser humano ha conducido a una situación de neurosis colectiva y social donde se perdió el punto de vista integrativo y holístico que con constituye.
Hoy sabemos que nuestro –SER- está constituido por el triángulo que forman el conjunto de nuestros pensamientos y nuestro forma de pensar, por nuestras emociones y nuestra forma de gestionarlas y nuestras conductas y las elecciones que hacemos diariamente, y que el cuerpo es el vehículo interno de ese triángulo (pensamientos-emociones-conductas) y el portador de las decisiones que tomamos en cada uno de esos tres vértices. Entendemos pues, que la salud, en términos globales y holísticos no es otra cosa que la gestión positiva que hacemos de nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos y que al cuerpo van a parar todas las decisiones, elecciones y opciones que hemos hecho, que hacemos y que haremos a lo largo de nuestra vida.
Ya no podemos seguir creyendo que nuestra forma de pensar no influye en lo que sentimos, que nuestras emociones no determinan nuestras acciones. No podemos seguir pensando que nuestros síntomas, en cualquiera de sus formas, no tienen una relación directa con la gestión que hacemos de nuestra vida. Es necesario pues romper el estilo de pensamiento lineal para pasar a un estilo de pensamiento circular en el que la modificación de un elemento del sistema modifica todo el sistema e influye a su vez en el resto de los sistemas. Dicho con otras palabras, lo que pasa en el cuerpo es el resultado de un proceso multidisciplinar cuya gestión nos conduce hacia la salud o la enfermedad.
Hoy hablamos ya de inteligencia emocional y social, de conciencia y autoconciencia, de energía autocurativa, del poder del darse cuenta y de nuestra capacidad de redirigir nuestra salud. Hoy nuevas ciencias se abren paso en el conocimiento humano, desde la neurociencia, la epigenética, la física cuántica, la psiconeuroinmunoendocrinologia. Hoy sabemos que nuestra genética no es tan determinante como se pensaba y que los pensamientos son capaces de modificar nuestra genética y nuestra biología, y que nuestras emociones y nuestra forma de gestionarlas pueden definir a un organismo sano o enfermo.
Como señala Bruce H. Lipton (La biología de la creencia): “Puedes ponerle un filtro a tu vida que tiña de color de rosas tus creencias y te ayude a crecer; o utilizar filtros oscuros que lo vuelvan todo negro y consigan que tu cuerpo y tu mente sean susceptibles a las enfermedades. Puedes vivir una vida de miedo o una vida de amor. No son nuestros genes sino nuestras creencias lo que controla nuestra vida.”
A su vez, Daniel J. Siegel (Mindsight, la nueva ciencia de la trasformación personal) nos habla de la capacidad de la mente para observarse y contemplarse a sí misma y de cómo esta capacidad puede cultivarse y aprenderse: “La forma de enfocar la atención influye en la estructura del cerebro. El bienestar aparece cuando creamos conexiones en nuestra vida, cuando aprendemos a usar el mindsight para ayudar al cerebro a lograr y mantener un estado de integración en el que unos elementos separados se unen en un todo que actúa. El mindfulness es una forma de actividad mental que adiestra la mente para que sea consciente de la conciencia misma y para que preste atención a su propia intención. Nuestra mente se crea en las relaciones, incluyendo la relación que tenemos con nosotros mismos”
Hoy la epigenética nos habla de los factores no genéticos que determinan nuestra vida, nuestra constitución y nuestra forma de posicionarnos ante la realidad. Somos seres inmersos en un contexto de relaciones e interacciones y éstas también determinan el cómputo final de nuestra salud o enfermedad. El punto de mira se amplia para dar paso a la interrelación de todos los elementos que configuran los sistemas que nos rodean y nos integran.
Así pues, cualquiera de nuestros síntomas, sean físicos, mentales o emocionales tienen una repercusión en el resto de los sistemas y todo ello se va a proyectar en la pantalla de nuestro cuerpo en forma de contractura, inflamación, tensión, bloqueo, infección o incluso tumor.
En este contexto encontramos una poderosa herramienta para el autoconocimiento, el autocontrol y la autocuración, y es el Yoga. La palabra Yoga, significa Unidad y es esta unidad a la que apelamos para el reestablecimiento de nuestro equilibrio interior. Equilibrio desde planos mentales, emocionales y físicos. Nuestro cuerpo puede realmente cambiar si reeducamos nuestra forma de pensar, de gestionar las emociones y de elegir nuestras acciones adecuadamente. El simple hecho de saber que está en nuestras manos esa elección supone un reto y una oportunidad para dar un gran paso en nuestro conocimiento y desarrollo como seres humanos, valedores de que somos dueños de nosotros mismos, responsables de la realidad que nos construimos y co-responsables de la salud de todo cuanto nos rodea.
En palabras de Mahatma Gandhi:
“Tus creencias se convierten en tus pensamientos,
Tus pensamientos se convierten en tus palabras
Tus palabras se convierten en tus actos
Tus actos se convierten en tus hábitos
Tus hábitos se convierten en tus valores
Tus valores se convierten en tu destino.”

Antonio Marazuela Llorente.

Evolución de los miedos

EVOLUCIÓN DE LOS MIEDOS EN LA INFANCIA:

De 0 a dos años:  

  • pérdida de sustentación.
  • Ruidos fuertes.
  • Extraños.
  • Separación de los padres.

De 3 a 5 años: 

  • Disminuyen: el miedo a la pérdida de sustentación, y a los extraños.
  • Se mantienen: miedo a los ruidos fuertes, separación, animales y oscuridad.
  • Aumentan: Miedo al daño físico, a los disfraces.

De 6 a 8 años: 

  • Disminuyen: el miedo a los ruidos fuertes, a los disfraces.
  • Se mantienen: Miedo a la separación, animales, oscuridad, daño físico.
  • Aumentan: miedo a los seres imaginarios, tormentas, soledad, a la escuela.

De 9 a 12 años: 

  • Disminuyen: el miedo a la separación, oscuridad, soledad, a los seres imaginarios.
  • Se mantienen: animales, daño físico, tormentas.
  • Aumentan: Miedos escolares (suspensos, castigos, etc) a la muerte, al rechazo social, al aspecto físico por rechazo.
  • De 13 a 18 años: 
  • Disminuyen: el miedo a las tormentas.
  • Se mantienen: el miedo a los animales. al daño físico.
  • Aumentan: Miedos escolares, aspecto físico, miedo en las relaciones sociales, a la muerte.

 

Antonio Marazuela Llorente

 

 

El aprendizaje de las normas

EL APRENDIZAJE DE LAS NORMAS: 

De 0 a tres años: es un periodo fundamental para el aprendizaje de los límites ya que se sientan las bases educativas futuras. Las normas giran en torno a los hábitos y las rutinas: alimentación, aseo, sueño, juego, comportamiento, orden.

Antes del primer año, aunque no entiende lo que se le dice atiende al tono de voz y reacciona ante él.

A partir del primer año se vuelven muy exploradores, intentando descubrir todo lo que les rodea, tocándolo, chupándolo, manipulándolo.

A partir de 18 meses: es capaz de atender a órdenes bastante concretas: “recoge, busca, cierra”.

De los dos a tres años: se oponen de forma muy frecuente a las normas y límites, pueden aparecer las rabietas. La desobediencia no esconde una doble intención en el niño sino que responde más bien a una necesidad, la de afirmarse y ser diferente, la de saber cuáles son los límites y hasta donde puede llegar. A esta edad pueden: vestirse solos, colaborar en el baño, recoger la ropa sucia. Recoger sus juguetes.

De los tres a los seis años: la mejor forma de aprender es con hechos, observando y acompañándolo para que aprende viéndonos. No dar demasiadas órdenes juntas sino de una en una. Reforzar siempre que haga el comportamiento deseado. Incorporar nuevas responsabilidades cada vez más complejas de acuerdo a sus habilidades. Es un buen momento para fijar las normas de convivencia con los hermanos.

Pueden: poner y recoger la mesa, regar las plantas, ayudar en la cocina, limpiar el polvo, escribir la lista de la compra, hacer su cama. Los padres acompañan el aprendizaje de las tareas pero no se las harán.

A partir de los seis años: es un buen momento para recoger los frutos sembrados antes o para afianzar y consolidar lo aprendido. Puede ser el momento de los pactos o alternativas a diferentes normas. (Termina las tareas y puedes jugar un rato).

Adolescencia: se amplia el margen de negociación sólo en base a la asunción de responsabilidades en el comportamiento. Las conductas de rebeldía sólo son formas de mostrar la necesidad de su espacio personal y  de su identidad no han de ser traducidas como actos de confrontación hacia los padres y cualquier figura de autoridad. Pero los adolescentes deben saber que sigue existiendo una jerarquía, una autoridad y unas reglas de juego en la convivencia familiar en beneficio de todos. Deben saber que su comportamiento conlleva consecuencias tanto para él como para el resto de la familia.

Antes de dar una orden: 

  • Tener claro lo que se pide.
  • Trasmitir seguridad, firmeza y autoridad.
  • Mantener el contacto visual y prestar atención a nuestro lenguaje gestual.
  • No gritar, descalificar o menospreciar. No reírse mientras damos la orden.
  • No amenazar ni chantajear con el cariño.
  • Hablar despacio para ser entendidos sin duda.
  • Sin claros, sin titubeos ni rodeos.
  • Limitar el número de instrucciones.
  • Repetir si es necesario el mensaje.
  • Formular la orden en positivo para que el niño sepa cual es el comportamiento adecuado.
  • Evitar la regañina crónica.
  • Ser modelos de ese comportamiento que le pedimos.
  • Pedir que nos repita el mensaje para saber que está claro.
  • No iniciar otra actividad hasta que se haya cumplido la orden.

Cuando las cosas se complican: 

Los conflictos forman parte de la convivencia, lo importante no es evitarlos, huir o pedir ayuda para que otro nos los resuelva, sino aprender a gestionarlos de una forma adecuada, positiva y que nos permita mantener las relaciones.

  • No responder al niño con gritos o insultos.
  • Reflejar tranquilamente lo que está pasando.
  • Expresar nuestros sentimientos.
  • Ofrecer una alternativa de conducta adecuada.
  • Informar de las consecuencias de sus actos.
  • Darle tiempo para la corrección.
  • Retomar el contacto.
  • Reforzar lo positivo y la escucha.
  • Recordar la norma o instrucción.

El consenso entre los padres: 

En ocasiones puede que la actuación de nuestra pareja no nos resulte adecuada, o correcta, si es así:

  • no intervenir y dejar que la pareja solucione el problema o termine la situación; después hablamos.
  • Retirarse de la situación y hablar cuando el niño no esté presente.
  • Describir la situación en la que no estamos de acuerdo.
  • Escuchar sus razones y expresar nuestras opiniones.
  • Buscar un consenso.

 

 

Antonio Marazuela Llorente.

Disciplina

DISCIPLINA

Proceso por el cual el niño aprende maneras de abordar los sentimientos, de interactuar con los demás y de asimilar normas internas y autodirigidas de lo que es bueno o malo.

Con frecuencia el primer paso en la disciplina de los niños muy pequeños es determinar la necesidad y la razón que hay detrás del comportamiento. Es un proceso largo y complejo y que consume mucho tiempo. La recompensa beneficia a la persona a la familia y por último a la sociedad.

RETOS Y DILEMAS DE LA DISCIPLINA:

1.- OFRECER COHERENCIA Y FLEXIBILIDAD. 

Ser coherentes en la disciplina impartida por ambos padres. A la vez ser flexibles, con capacidad para suspender una norma temporalmente por razones de contexto, situacionales, sociales o afectivas. ( horario, orden, comida, TV…)

Error: Incoherencia entre lo que pensamos, sentimos y hacemos. Incoherencia entre los padres o rigidez en las normas.

2.- EXPRESAR SENTIMIENTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS:

Es necesario distinguir entre cariño, afecto, ser receptivo y amable para con el niño y expresar firmeza, emociones negativas o reprobación. El sentimiento es incondicional. El comportamiento es modificable, regulable. No te quiero por lo que haces, te quiero por lo que eres.

Error: No expresar sentimientos negativos por miedo al rechazo, al trauma o a la reacción del niño.(No le regañes, no le digas eso, evítale el sufrimiento, no llores más…)

3.- DISTINGUIR ENTRE SENTIMIENTOS Y CONDUCTAS:

La conducta tiene unas consecuencias. Es necesario dar a conocer cuales son, tanto personales como para los demás.

Error: No expresar las consecuencias de la conducta del niño en los demás o en sí mismo. Se debe indicar que se le elogia por una conducta y que se recrimina por una conducta ya que tiene unas consecuencias.

4.- ACEPTAR RESULTADOS DESIGUALES: 

Una estrategia puede funcionar un día y otro no. Se necesita paciencia y buscar alternativas. Paciencia para que se instaure una conducta y alternativa si vemos que esa técnica no funciona.

Error: no ser constantes, impacientes o rígidos.

RAZONES PARA LA DISCIPLINA:

Objetivos básicos: 

1.- Desarrollo de una relación cariñosa y confiada.

2.- Desarrollo de la autoestima.

3.- Modelado de la comprensión y respeto hacia los demás.

  • Establecimiento de límites: 

Claros, sencillos, posibles, ser coherentes al forzar su cumplimiento  y emplear elogios para recompensar los intentos del niño por mantener su conducta dentro de estos límites.

  • Desarrollar aptitudes sociales: 

La socialización es el proceso mediante el cual el niño se hace consciente de los valores y las expectativas de su familia, su escuela, barrio y su cultura y los acepta.

Es posible que se den incompatibilidades entre los valores familiares y los valores aceptados o imperantes en la sociedad (formas de vestir, de hablar, consumo de sustancias) Valores morales de la familia pueden chocar con los sociales.(el aborto, divorcio, sexualidad). Las relaciones de poder y autoridad desempeñan un papel importante en la socialización, ésta debe buscar la autonomía e independencia de la persona.

  • Fomentar la resolución de problemas y conflictos: 

La disciplina positiva se caracteriza por la explicación y la dirección sí como por la planificación meditada y la conducción racional de actos de disciplina. Orientar hacia un comportamiento adecuado ayudándoles a encontrar soluciones  los problemas que se les plantean. No le resuelvas los problemas, enséñale, modela las soluciones.

Cómo resolver un problema:

1.- Definir el problema. Cúal, dónde, cómo , con quién.

2.- Expresar sentimientos, pensamientos.

3.- Buscar alternativas.

4.- Consecuencias de esas alternativas, para uno mismo, para otros.

5.- Elegir una alternativa.

6.- Ponerla en práctica.

7.- Evaluarla.

  • Enseñar las consecuencias de la conducta: 

Son las conductas lo que queremos modificar, premiar o castigar. El niño ha de saber lo que se le está premiando.

  • Fomentar la responsabilidad y la equidad: 

La disciplina incluye la prevención de la agresividad, la irresponsabilidad, el desarrollo de la sociabilidad y el sentido de la equidad en los niños. Los niños que pueden admitir estar equivocados, los que no son resentidos después de una crítica, frustración, aceptando su responsabilidad, serán más capaces de reunirse con sus amigos con un estado mental sano y positivo, lo que les permite una vida social mejor para todos.

 

Antonio Marazuela.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Carta de un hijo

“CARTA DE UN HIJO A TODOS LOS PADRES DEL MUNDO”

No me grites
Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mí también y yo no quiero hacerlo.

Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos
Que seamos familia, no significa que no podamos ser amigos.

Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice
A veces, ni yo mismo lo sé.

No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti (aunque sea para sacarte de un apuro). Haces que pierda la fe en lo que dices y me siento mal.

Cuando te equivoques en algo, admítelo
Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis errores.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos
Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir (y si me haces parecer peor, seré yo quién sufra).

Déjame valerme por mí mismo
Si tú lo haces todo por mí, yo no podré aprender.

No me des siempre órdenes
Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer
Decide y mantén esa posición.

Cumple las promesas, buenas o malas
Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.

Trata de comprenderme y ayudarme
Cuando te cuente un problema no me digas: “eso no tiene importancia…” porque para mí sí la tiene.

No me digas que haga algo que tú no haces
Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

No me des todo lo que te pido
A veces, sólo pido para ver cuánto puedo recibir.

Quiéreme y dímelo
A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no creas necesario decírmelo.
Anónimo

 

Timidez-Asertividad-Agresividad

CARACTERÍSTICAS DE: 

PERSONA TÍMIDA:

“ Si estamos muy pendientes de no herir a nadie en ninguna circunstancia, acabaremos lastimándonos a nosotros mismos y a los demás” P. Jakubowski.

  • Comportamiento externo:
    • Volumen de voz bajo, habla poco fluida, bloqueos, vacilaciones, silencios, muletillas.
    • Huida del contacto visual, mirada baja, cara tensa, dientes apretados o labios temblorosos, manos nerviosas, se muerde las uñas, postura tensa incómoda.
    • Inseguridad para saber qué hacer o qué decir.
    • Frecuentes quejas de terceros.
  • Patrones de pensamiento:
    • Consideran que así evitan molestar u ofender a los demás. Son personas sacrificadas.
    • Lo que yo sienta, piense o desee no importa, importa lo que tu pienses sientas y desees.
    • Es necesario ser querido y apreciado por todo el mundo.
    • Constante sensación de ser incomprendido., manipulado, no tenido en cuenta.
  • Sentimientos:
    • Impotencia, mucha energía mental, poca externa
    • Culpabilidad
    • Baja autoestima.
    • Pueden ser pasivos agresivos, pero no lo manifiestan ni lo reconocen.
    • Frustración.
  • Consecuencias:
    • Pérdida de autoestima.
    • Pérdida del aprecio de los demás.
    • Falta de respeto de los demás.
    • Somatizaciones ( es una forma de manifestar las grandes tensiones que sufren por no exteriorizar su opinión y sus preferencias)
    • Pueden surgir estallidos repentinos de agresividad fruto de la acumulación de tensión.

PERSONA AGRESIVA:

  • Comportamiento externo
    • Volumen de voz elevado, habla poco fluida por ser precipitada, habla tajante, absoluta, interrumpe la conversación, utiliza insultos y amenazas.
    • Contacto ocular retador, provocador, cara tensa, manos tensas, postura que invade el espacio del otro.
    • Tendencia al contraataque.
  • Patrones de pensamiento:
    • “Ahora sólo yo importo, lo que tu pienses o sientas no me interesa”
    • Piensan que si no se comportan así son vulnerables.
    • Lo sitúan todo en términos de ganar o perder.
    • Pueden pensar: “ Hay gente mala y vil que merece ser castigada” y “ es horrible que las cosas no salgan como a mí me gustaría”
  • Emociones:
    • Ansiedad creciente.
    • Soledad, sensación de incomprensión, culpa, frustración.
    • Baja autoestima ( si no, no se defenderían tanto)
    • Sensación de falta de control.
    • Enfado cada vez más constante y que se extiende a cada vez más personas y situaciones.
    • Honestidad emocional: expresan lo que siente y no engañan a nadie.
  • Consecuencias:
    • Rechazo o huida por parte de los demás.
    • Conducta de “círculo vicioso” por forzar a los demás a ser cada vez más hostiles y así aumentar ellos cada vez más su agresividad.
    • Puede ser también pasivos agresivos.
    • La conducta agresiva y desafiante una defensa al sentirse vulnerables ante los “ataques” de los demás, o bien es una falta de habilidad para afrontar situaciones de tensión.

PERSONA ASERTIVA:

  • Comportamiento externo:
    • Habla fluida, seguridad, contacto ocular directo no desafiante.
    • Relajación corporal.
    • Expresión de sentimientos tanto positivos como negativos.
    • Defensa sin agresión, honestidad, capacidad de hablar de intereses y gustos propios.
    • Capacidad de discrepar abiertamente.
    • Capacidad de decir NO, de pedir explicaciones y aclaraciones.
    • Saber aceptar errores.
    • Saben pedir favores
    • Expresan su razonamiento, justifican su postura, son comprensivos.
  • Patrones de pensamiento:
    • Conocen y creen en unos derechos para si y para los demás.
    • Sus convicciones son racionales.
  • Emociones:
    • Buena autoestima, no se sienten inferiores ni superiores a los demás.
    • Satisfacción en las relaciones
    • Respeto por uno mismo.
    • Sensación de control emocional.
  • Consecuencias:
    • Frenan y desarman a la persona que les ataca.
    • Trasmiten respeto y valoración a los demás.
    • Respetan y hacen valer sus derechos

 

Antonio Marazuela

 

Autoestima

CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA CON AUTOESTIMA:

AUTOESTIMA BAJA:   

                                                                                    

  • Soledad
  • Encubre las necesidades y se niega derechos.
  • Se siente fácilmente culpable y avergonzada.
  • Se considera defectuosa.
  • Insatisfacción permanente.
  • Hipersensible a la crítica.
  • Resentimiento hacia los demás. Desconfianza.
  • Indecisión crónica.
  • Miedo exagerado. Inseguridad.
  • Excesivo deseo de complacer.
  • Autoexigente. Controladora.
  • Con tendencia a la ansiedad, depresión y obsesión.
  • Se descuida a si misma.

AUTOESTIMA ALTA: 

  • Aprecia lo positivo que hay en ella.
  • Acepta sus límites.
  • Acepta sus errores como lecciones para aprender y madurar.
  • Atiende y cuida de sus necesidades.
  • Acepta las críticas para mejorar.
  • Se muestra satisfecha con lo que hace y con lo que le rodea.
  • Sabe decir NO sin sentirse culpable.
  • Expresa su opinión.
  • Sabe pedir lo que necesita.
  • Sabe expresar sus emociones.
  • Reconoce sus derechos y los defiende.

 

Antonio Marazuela.

 

Asómate a la luna llena

Asómate a la luna llena

que desde su esbelta desnudez teje poemas con suspiros,

y dile que estoy escondido

jugando con las sombras de esta primavera de abril.

 

Dile que no me espere mañana tras la torre del campanario

ni que me busque de madrugada por las costuras de los recuerdos,

que su curva femenina no provoque más el punto débil de mi alma.

 

Dile a la luna que me rindo

porque estoy hirviendo en el luto de la nostalgia

y sorbo mis propios ahíncos para evocar perfumes de silencio

que se mecen lentamente,

lentamente, en el agua,

 

pero llévale un guiño que extraje del bolsillo secreto de mi infancia

y unos versos rotos colocados con mucho mimo, con tan solo palabras.

 

Dile que me marcho sin miedo por el zaguán de los deseos

a pintar atardeceres

como un vagabundo sin cuento

y que esta noche buscaré mi cordura

por las esquinas del tiempo que ya viví

que después de muchas lunas

y senderos recorridos,

dile

que yo sigo embriagado de ti.

 

Antonio Marazuela

 

A veces…

 

A veces, lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Cuando mis pupilas bailan con el ritmo de un vals

y mis huellas escriben pasos más parecidos a un tango.

A veces la mente es frontera para seguir amando.

Cuando de noche despierto y de día ando como sonámbulo.

No alcanzo a expresar ni a explicar,

cómo aún detenido algo me empuja a seguir caminando

y no entiendo, me rindo, cedo y ya no batallo.

 

Porque a veces lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Apuro los sorbos que le quedan a la noche

porque la luz tímidamente las sombras va despertando.

Giro en el vacío para descolgar mis pies en el columpio del Universo

y me muevo una vez más hacia delante y hacia atrás

balanceando el destino con los ojos cerrados.

 

Doblo la esquina de un sueño y le hago un quiebro al desencanto

pero no consigo razonar porqué el deseo es más fuerte

cuando de un pensamiento viene atado

porqué no logro sujetar con las riendas de la cordura

un corazón desbocado.

 

Y me digo a mi mismo…será porque a veces

lo que pienso y lo que siento

van en distintos caballos.

 

Antonio Marazuela

 

Reglas de nutrición

A continuación os señalo unas sencillas reglas a tener en cuenta de cara a la alimentación.

REGLAS PARA UNA NUTRICIÓN ADECUADA: 

1.- EVITE OBSESIONARSE.

2.- DISTINGUIR USO Y ABUSO.

3.- LA MODERACIÓN ESTÁ MÁS CERCA DEL BIENESTAR Y DE LA SALUD

4.- EL CUERPO SABE LO QUE LE CONVIENE ESCUCHALO.

5.- EQUILIBRA LA BALANZA ENTRE INGESTA Y GASTO ENERGETICO, NO COMER POR EXCESO O POR DEFECTO.

6.- CONOCE Y RESPETA UNAS SENCILLAS REGLAS DEL JUEGO EN LA ALIMENTACIÓN (COMPATIBILIDADES O NO, EL FACTOR PH, EL GRUPO SANGUINEO, ALIMENTOS ANTICANCER…)

7.- LA SALUD Y LA ENFERMEDAD SON CONCEPTOS BIOPSICOSOCIALES.

8.- CONOCE, PRUEBA, DECIDE.

9.- EN LA NUTRICIÓN DECIDE MÁS CON EL SISTEMA DIGESTIVO QUE CON EL PALADAR O LA VISTA.

10.- NO OLVIDES LA INFLUENCIA DE LOS COLORES, LAS EMOCIONES Y LOS PENSAMIENTOS A LA HORA DE ALIMENTARTE.

 

Antonio Marazuela